Simulacro de Rescate en Cuevas Baleares 2023: Éxito Récord.
El simulacro general de rescate en cuevas de Baleares de 2023 ha sido un rotundo éxito, según las palabras de Joaquín Pérez Rodríguez, Coordinador de Espeleosocorro Balear y Vicepresidente de la Federació Balear d’Espeleologia.
En esta edición, 42 efectivos de Protección Civil, el GREIM y equipos de emergencia participaron en la tarea de rescatar a una víctima situada a una cota de -123 en el Avenc de Patrona, ubicado en el municipio de Pollença.
El desafío en este simulacro consistía en extraer a un herido de una estrecha y extremadamente complicada orografía. La instalación de los materiales de rescate y la preparación de los puntos de anclaje de los rescatadores, que generalmente lleva tres horas, se realizó en tiempo récord este año. «Este año hemos logrado realizar todo en un tiempo récord, y estamos muy satisfechos con cómo se llevó a cabo», señala Pérez Rodríguez.
También destacó la agilidad con la que se trabajó durante toda la prueba, donde el rescate en sí se completó en tan solo dos horas, lo que demuestra la excelente preparación y coordinación entre todos los participantes.
Los voluntarios que llevaron a cabo el rescate utilizaron diversos equipos, como polipastos y contrapesos. Sin embargo, lo más notable fue la forma en que se comunicaron debido a las complicaciones del terreno en el que se desarrolló la prueba. «Debido a la estrechez del barranco, teníamos que hablar a través de cables y geófonos», comenta Pérez Rodríguez.
Para comprender mejor el proceso de comunicación en este contexto, es esencial destacar el uso de estos dispositivos. Según el Vicepresidente de la Federació Balear d’Espeleologia, «se trata de un teléfono que no requiere energía externa, ya que la voz proporciona la energía necesaria. Esto lo convierte en una herramienta ideal en entornos explosivos, donde la obtención de energía eléctrica es precaria o en situaciones donde las dificultades de propagación de ondas son significativas». La eficiencia de esta comunicación fue un factor crucial en el éxito del simulacro, destacando la importancia de la preparación y la tecnología en las operaciones de rescate en entornos desafiantes como las cuevas de Baleares.